Patologías del suelo pélvico.
Las patologías del suelo pélvico son muy variadas, y producen una merma importante en la calidad de vida de los que la padecen. Estos trastornos implican a tres sistemas diferentes, el urinario, genital y digestivo. Se deben a la alteración de los mecanismos de soporte, los músculos, ligamentos y fascias.
Las disfunciones más habituales son de 3 tipos:
- La continencia, que tiene que ver con la incapacidad de retener la orina o las heces, o viceversa una exagerada contención.
- La pérdida del tono de reposo, en este caso las vísceras se desestabilizan, pierden su ubicación y se dirigen hacía los orificios. Esto serían los prolapsos. Hay varios tipos de prolapsos dependiendo de la víscera y del grado de este.
- La desorganización entre las sensaciones y las respuestas motrices reflejas de las diferentes vísceras.
Todas ellas pueden convivir y dar lugar unas a otras.
Dentro de la continencia tenemos:
- Incontinencia urinaria, es la incapacidad de retener la orina cuando se desea, hay varios tipos, la más frecuentes:
* IUE (incontinencia urinaria al esfuerzo). Perdida involuntaria de orina cuando hay un aumento de presión abdominal. Se produce sea cual sea el nivel de llenado de la vejiga. Es una falta de sujeción el esfínter de la uretra. Se suele producir en el embarazo y las semanas que siguen al parto. Suele desaparecer pronto.
* Vejiga hiperactiva o inestable. La micción es un acto involuntario y reflejo, que aparece a partir de cierto volumen de la vejiga. En esta patología la sensación de deseo urgente puede ser intensa y dolorosa e incluso con la vejiga poco llena. Se contrae con demasiada rapidez y a menudo.
* Retención de orina. Después de una micción se vacía completamente la vejiga. En este caso se vacía de forma incompleta o con poca frecuencia. La orina producida por los riñones sigue llegando a través de los uréteres. Puede deberse a varias causas: presiones mal percibidas, hábito de aguantarse, vejiga atona, obstáculo a nivel de la uretra… En estos casos la vejiga estar trabajando contra resistencia, y el musculo vesical desarrollarse de manera anómala. En estos casos la vejiga estar trabajando contra resistencia, y el musculo vesical desarrollarse de manera anómala.
- Laxitud de la vulva. En este caso la vagina esta distendida o átona. La vulva se abre, los labios menores se separan, dejando la entrada de la vagina anormalmente abierta. Puede haber ruido de gases vaginales (el aire que se retiene es expulsado). También puede retener agua, cuando te bañas.
- Vaginismo. Aquí ocurre lo contrario, la vagina está excesivamente contraída provocando dolor en las relaciones sexuales, esto se llama dispareunia. Puede tener distintos orígenes; lesiones durante el el parto, falta de secreción intra-vaginal o causas psicológicas.
- Incontinencia fecal. Imposibilidad de retener las heces. Puede ser por la incapacidad del recto de contraerse o se contrae demasiado a menudo. La fuerza contráctil puede faltar o bien en el esfínter estriado del ano o los músculos del suelo pélvico que estrechan el cabo anal y cierran el orificio. Puede aparecer después del parto.
- Estreñimiento terminal. Este reside en el último segmento del colon, el recto. Puede deberse por un recto distendido o bien la falta de relajación de los músculos elevadores. Aunque parecen dos patologías opuestas en la práctica pueden estar relacionada.
- Prolapsos. Es una caída total o parcial de una víscera. Dependiendo del órgano hay varios tipos:
• Colpocele, la pared vaginal se despliega hacia abajo.
• Histeroptosis, el útero se introduce dentro de la vagina, puede alcanzar el nivel del cóccix e incluso salir fuera de la vulva.
• Castícele, cuando el útero en su descenso arrastra a la vejiga.
• Retócele, cuando el recto se desplaza hacía la vagina, produciendo un abombamiento en su pared.
• Eritrocele, el peritoneo (fondo de saco de Douglas)1, puede desplazarse hacia la vagina haciendo abombar la pared posterior.
La caída puede tener una importancia variable dependiendo de lo mucho o poco que se desplace. Puede llegar incluso a exteriorizarse por la abertura vaginal.
Los distintos prolapsos pueden acumularse
• El recto puede desplazarse, darse la vuelta sobre sí mismo y salir fuera del ano arrastrándolo. Si se desplaza la mucosa anal es prolapso mucoso.
• Si se desplaza la pared rectal o anal es prolapso ano- rectal.
El tratamiento varía según la intensidad. Debe actuarse bajo diagnóstico médico.
En casos poco importantes puede ser estabilizado con ejercicios específicos mediante la respiración.
1 Fondo de saco de Douglas, es una membrana del peritoneo que recubre la cavidad abdominal entre el recto y el útero en las mujeres y entre la vejiga y el recto en los hombres.
Fuentes. “Periné femenino y el parto “ Blandine Calais, elsiever.es ( revista gastroenterología-hepatología, arti. 14)
Pepa Melgar Barrón